Como habréis notado, hace dos días que no publico nada y es que casi los llevo viviendo en la cuadra, ya que hemos tenido una yegua con un cólico y los cuidados que ha necesitado, no me han dejado tiempo de escribir ni de hacer otra cosa.
Ayer terminamos los cuidados casi a las tres de la mañana, hasta dejarla tranquila y con su tratamiento puesto.
Pero el articulo va dedicado a las compañeras de cuadra y a los pajaros vecinos de esta.
Parece que se dan cuenta de que su compañera estaba mal de salud, no se separaban de la división del Box y pasaban sus cabezas para observar los mecanismos que le efectuabamos a la enferma.
No solo eran la yeguas, también las golondrinas se posaban en los hierros vecinos, para alegrarnos con sus trinos las operaciones de lavado y exploraciones. Habitualmente no se posan tan cerca de nosotros, ya que vuelan rasante, entran y salen de la cuadra a gran velocidad, pero ayer posadas en los hierros, nos acompañaban con sus trinos.
Por la noche bien cerrada y hasta altas horas de la madrugada nos acompaño desde un cañaveral cercano, una alondra que no paraba de cantar, parecía que nos animaba en nuestro trabajo de tratamiento del cólico.
Tengo que darle las gracias a mi amigo Jorge Cid, veterinario que se ha desvivido en el tratamiento de la yegua, a la que ha sacado del lecho del dolor en que había entrado.
Se nota que los animales tienen una sensibilidad especial ante las enfermedades de sus congéneres, los apoyan y le dan el calor necesario para que no se vean solos ante la enfermedad.
La evolución del cólico va muy bien y ya hemos empezado la administración progresiva de pequeñas porciones de heno.
Saludos de Gabriel.
Ayer terminamos los cuidados casi a las tres de la mañana, hasta dejarla tranquila y con su tratamiento puesto.
Pero el articulo va dedicado a las compañeras de cuadra y a los pajaros vecinos de esta.
Parece que se dan cuenta de que su compañera estaba mal de salud, no se separaban de la división del Box y pasaban sus cabezas para observar los mecanismos que le efectuabamos a la enferma.
No solo eran la yeguas, también las golondrinas se posaban en los hierros vecinos, para alegrarnos con sus trinos las operaciones de lavado y exploraciones. Habitualmente no se posan tan cerca de nosotros, ya que vuelan rasante, entran y salen de la cuadra a gran velocidad, pero ayer posadas en los hierros, nos acompañaban con sus trinos.
Por la noche bien cerrada y hasta altas horas de la madrugada nos acompaño desde un cañaveral cercano, una alondra que no paraba de cantar, parecía que nos animaba en nuestro trabajo de tratamiento del cólico.
Tengo que darle las gracias a mi amigo Jorge Cid, veterinario que se ha desvivido en el tratamiento de la yegua, a la que ha sacado del lecho del dolor en que había entrado.
Se nota que los animales tienen una sensibilidad especial ante las enfermedades de sus congéneres, los apoyan y le dan el calor necesario para que no se vean solos ante la enfermedad.
La evolución del cólico va muy bien y ya hemos empezado la administración progresiva de pequeñas porciones de heno.
Saludos de Gabriel.
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