Ayer mañana, llegaron mis compadres a Sevilla, para ir a recoger a la yegua a la Serranía Cordobesa, ya que después de unos meses de descanso ya le toca empezar a trabajar para la nueva temporada.
El embarque lo realiza, como en ella es costumbre, a la primera, sin titubear y arrollando a su portador, y eso que unos de los caballos acompañantes en el veraneo la llamaba relinchando, ya que la querencia en los caballos es mucha, pero a pesar de esa querencia embarco muy bien.
El viaje los realizo perfectamente, sin sentirse en su alojamiento dentro del Van, pero con una conducción adecuada a lo que se lleva transportando, es decir, a una velocidad apropiada a la carretera, no más de noventa kilómetros hora, sin brusquedades en las maniobras, sobre todo en los frenazos y las rotondas, esas dichosas rotondas, que tan mal le sientan a los caballos, si se toman a mucha velocidad.
Le quitamos la venda de protección de la cola, donde en el vídeo, explicamos lo de los moñitos que le hacemos, para que la venda no se mueva de su posición inicial, ya que si se le mueve, se puede lesionar el maslo de la cola y producir lesiones cutáneas con perdida de cerdas.
Entra en sus dependencia, reconociendo sus territorios y haciéndose dueña de ellos.
Esperamos, una vez arreglados los cascos, empezar los entrenamientos con más intensidad que en los meses de transición en el Sistema Barefoot.
Saludos de Gabriel.
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