Esta mañana cuando entrenábamos por las banquetas del canal de riego del Bajo Guadalquivir, nos salio de los pie de Ventolera, una pata salvaje con un polluelo, que al paso de la yegua salio de estampida con un vuelo como si estuviera alicortada, se tiro al canal y parecía que se sumergía en el agua, con sus alas batía el agua simulando que no podía volar y haciendo mucho ruido en el agua, toda su intención era que nos fijáramos en ella y no es su polluelo.
El amor de una madre hacia su cría, hace que esta simule una lesión para que el depredador crea que es una presa fácil de conseguir y así su cría se salva del peligro.
Después de ver todo el espectáculo de la pata en el canal, me baje de la yegua y recogí al pollo de la pata observandolo y haciéndole unas fotos para recordar el incidente.
Seguidamente lo solté y se quedo a mis pies sin intentar irse lejos, así que le vuelvo a hacer otras fotos y saltó al canal nadando alegremente en busca de su madre.
Con un nadar alegre piaba llamando a su madre, esta se había alejado en la dirección opuesta, así que como si fuera un rodeo de vacas, le fui cortando camino hasta llevarla hacia los aledaños de su cría, rápidamente lo llamó y se reunieron en feliz compañía nadando por el canal de riego.
Hoy después del incidente de los patitos, he cambiado de recorrido y dejando el rastrojo del trigal, me he acercado al sembrado de girasoles que está en su máximo esplendor con las abejas libando su néctar para la recolección de la miel de girasoles, que tan buen sabor le dá.
La naturaleza continua su camino, los animales se reproducen, los cereales se recolectan, los girasoles van mirando al sol y giran sus cabezas en la dirección del astro rey, las biznagas se multiplican con sus blancas cabezas, siendo su escleto seco, la base de la típica biznaga de jazmines de las tierras malagueñas.
Que sigamos pudiendo contemplar estas maravillas de la naraturaleza y que la invasión de las urbanizaciones no nos coharten la libertad de poder entrenar tan cerca de la Capital Andaluza.
Saludos de Gabriel.
Después de ver todo el espectáculo de la pata en el canal, me baje de la yegua y recogí al pollo de la pata observandolo y haciéndole unas fotos para recordar el incidente.
Seguidamente lo solté y se quedo a mis pies sin intentar irse lejos, así que le vuelvo a hacer otras fotos y saltó al canal nadando alegremente en busca de su madre.
Con un nadar alegre piaba llamando a su madre, esta se había alejado en la dirección opuesta, así que como si fuera un rodeo de vacas, le fui cortando camino hasta llevarla hacia los aledaños de su cría, rápidamente lo llamó y se reunieron en feliz compañía nadando por el canal de riego.
Hoy después del incidente de los patitos, he cambiado de recorrido y dejando el rastrojo del trigal, me he acercado al sembrado de girasoles que está en su máximo esplendor con las abejas libando su néctar para la recolección de la miel de girasoles, que tan buen sabor le dá.
La naturaleza continua su camino, los animales se reproducen, los cereales se recolectan, los girasoles van mirando al sol y giran sus cabezas en la dirección del astro rey, las biznagas se multiplican con sus blancas cabezas, siendo su escleto seco, la base de la típica biznaga de jazmines de las tierras malagueñas.
Que sigamos pudiendo contemplar estas maravillas de la naraturaleza y que la invasión de las urbanizaciones no nos coharten la libertad de poder entrenar tan cerca de la Capital Andaluza.
Saludos de Gabriel.
cute! I'm happy he found his mama!
ResponderEliminar- The Equestrian Vagabond