Este articulo, editado en la página de Rafa Caparros, Caballos Descalzos, puede ser muy útil para los jinetes de Resistencia Ecuestre, y para el bien de los caballos.
Este es el articulo:
"La conexión entre Columna Cervical- talón alto-talón bajo y lateralidad. (Un pez que se muerde la cola).
Esta vez presentamos un artículo
especialmente escrito para Caballos Descalzos de parte de una
colaboradora y amiga Dolores Puertas Navarro (Veterinaria especialista
en équidos. Diplomada en Acupuntura veterinaria. Diplomada en
quiropraxia veterinaria. www.acupunturaveterinaria.com) con la cual
tengo el placer de trabajar en casos donde se requiera el conocimiento
de un Veterinario Osteópata Quiropráctica Diplomado. En Caballos
descalzos sl, no dudamos de formar equipo a la hora de tratar o
solucionar desequilibrios en los pies del caballo con los mejores y
contrastados profesionales, Dolores es Presidenta y fundadora de IVAS
España (International Veterinary Acupuncture Society)
Estos tres elementos forman un trípode
muy importante en la biomecánica del caballo, y si por algún motivo hay
un desequilibrio, no es fácil dar la solución para el problema, ya que
requiere de constancia y paciencia por parte de todos.
Voy a intentar explicar de forma breve y clara cómo y porqué
se crea esta alteración biomecánica de consecuencia importantes tanto
en el tren anterior del caballo como para toda la biomecánica en general
del mismo. Y la forma de cortar este círculo vicioso no deseado.
Foto: Tatanca
La lateralidad en el
caballo es algo inherente a su naturaleza, al igual que los seres
humanos, ya que nacemos zurdos o diestros por razones neurológicas poco
claras. Se dice que en los caballos es por la posición y desarrollo del
feto en el interior del útero materno, (no tengo mucha información de
estudios científicos que hablen de porqué hay potros diestros o
siniestros), pero lo que sí que es un hecho es que desde que nacen,
ellos ya tienen una tendencia a comer la hierba del suelo, apoyando más
la mano derecha o la mano izquierda hacia delante. Esta situación es
normal, mientras que no afecte a otras estructuras, puede que en un
momento en la evolución del potrito algo cambie y haga que una situación
pase de ser normal a comenzar a ser no normal. ¿Qué quiero decir? pues
que gracias a la fuerza de la gravedad, junto con el tiempo que el
potrito de más apoyo en una mano al comer en el suelo o por razones
varías vamos a tener una mano más ancha que la otra, el casco que
comienza a desarrollarse va a tener que soportar más peso durante más
tiempo de forma desigual, por lo que el desarrollo de unos casos será
diferente al otro, habrá un casco que soporta más peso y como
consecuencia se desarrollará más ancho y el otro casco, que cargará
menos peso que se desarrollará más estrecho. Aquí si no se corrige el
problema es el inicio de un talón bajo en el casco de la mano que más peso carga y un talón más alto que es el casco de la mano que menos peso carga.
Esta situación no aparece de la noche a
la mañana como un champiñón, esto es un proceso relativamente lento (y
digo relativamente porque a veces puede aparecer más rápido de lo que
pensamos).
Descompensación por sobrecarga
El hecho de que hay una descompensación
por sobrecarga tiene unas consecuencias bastante importantes más allá de
lo que puede parecer a simple vista. Invito al lector a que en estos
momentos se quite uno de sus zapatos y comience a analizar qué es lo que
cambia en sus extremidades inferiores y su columna vertebral cuando
apoya los dos pies en el suelo, uno con zapato y otro sin zapato (cuanto
más alto sea el tacón más rápido sentirá la diferencia), y si además
tiene un espejo delante podrá verificar lo que debería sentir. A grandes
rasgos sentirá que sus caderas están a diferente altura (lógico) y verá
en el espejo que sus hombros también están a distinta altura en la
misma proporción que la cadera, así como que su cabeza cambiará la
posición suavemente para compensar el resto. Si ahora trasladamos toda
esta lógica a las extremidades anteriores de nuestro caballo, no solo
significa que se alterará todas las articulaciones desde la corona hasta
el codo, sino que el hombro también se verá afectado en una proporción
geométrica importante, ya que si el ángulo de partida es 0,1º en el
casco, a nivel de la articulación del hombro estamos hablando de
centímetros y ahí debemos contar con un par de factores anatómicos muy
importantes. La columna Cervical, que forma parte del eje central del caballo y que
a ese nivel presenta una curvatura o punto de inflexión muy importante
en el paso de las cervicales a las torácicas. Esa curvatura es un punto
de inflexión muy delicado, no solo por la curvatura, sino por que de ahí
parte un plexo nervioso (conjunto de nervios) llamado Plexo Braquial,
que es el que va a dar toda la información neurológica y capacidad de
movimiento a la extremidad anterior. Y el otro factor anatómico
importante es la falta de clavícula, los caballos no
tienen clavícula y eso hace que la extremidad anterior se una al cuerpo
por la musculatura, los huesos de la extremidad anterior no
se unen al esqueleto del tronco por otro hueso, sino solo por músculos,
eso le da una libertad mayor a la extremidad anterior si la musculatura
es fuerte, en caso contrario, tenemos un punto débil en lo que se le
llama el encuentro (donde se encuentran el tronco con la extremidad
anterior). Por lo que si vamos un paso más lejos, lo que va a pasar en
el caso donde el talón es más corto porque hay más peso durante más
tiempo, es que todas las estructuras que aportan ese peso van a tener
que alterar su posición original, de forma que no solo las
articulaciones de dentro del casco, menudillo, rodilla, codo y hombro,
sino que la columna cervical, van a verse afectado por el desplazamiento
del peso hacia un lado y como consecuencia el resto de toda la columna
vertebral tiene que trabajar para compensar esa situación durante 24
sobre 24 horas, así como el pie con el talón con menos carga va a crear
una serie de palancas de fuerza sobre las mismas articulaciones pero en
sentido contrario. Y eso nos va a conducir a alteraciones en las
múltiples articulaciones de la columna vertebral en general y cervical
más en concreto, así como alteraciones neurológicas y tendinomusculares.
Al final la consecuencia va a ser un caballo con la columna vertebral en forma de “C” o de banana.
En el trabajo
Otra causa de este complejo síndrome de
talón alto – talón bajo en las extremidades anteriores puede ser
totalmente diferente, aunque el resultado final sea el mismo, las otras
posibles y frecuentes causas son, en el caso de los caballos jóvenes,
por un estirón en el crecimiento, y el más frecuente es un bloqueo a
nivel cervical o toraco-cervical por alteraciones de la boca del caballo
(por motivos varios podemos encontrar dolor en la boca y como
consecuencia el caballo va a intentar evitar ese dolor al contacto con
el bocado y el contacto del jinete a través de las riendas, por ello,
invertirá las cervicales y tensará la musculatura del cuello de forma
invertida creando una presión a nivel del punto de inflexión crítico a
nivel toraco-lumbar).
Otra causa frecuente es por el tipo de
trabajo que obligue a cerrar más de lo normal la curvatura de la nuca y a
abrir más la curvatura toraco-cervical, al mismo tiempo que se le pide
impulsión en el tren posterior, ya que el punto de inflexión a nivel
toraco-cervical es el punto de encuentro de dos fuerzas opuestas, la que
se le pide de atrás hacia delante (en la impulsión) y la que se crea al
limitarle esa impulsión con el bocado.
Cuando las cervicales bajas (quinta,
sexta y séptima) están bloqueadas, suele ser a la derecha o a la
izquierda según el lado donde se encuentre la causa original, y esta
situación va a hacer que para aliviar y compensar dicho bloqueo el
caballo cargue más peso sobre el lado afectado, y a partir de ese
momento el casco del caballo va a comenzar a tener más presión y
volverse más ancho y el talón más bajo, de la misma forma que al aliviar
de peso la otra mano, el casco será menos ancho y el talón se hará más
alto. Estamos en la misma situación que el caso anterior, pero lo que
observan nuestros ojos es el casco de una mano más ancho con un talón
más bajo; y el caso de la otra mano más estrecho con un talón más alto y
cierta curvatura en general de la columna vertebral tipo banana o con
forma de “C”.
En mi experiencia, si los caballos son
jóvenes o en edad adulta, no muy mayores, la situación es solucionable,
pero hay varios requisitos a seguir, además de trabajar en equipo, así
como paciencia por parte del propietario y algo de tiempo, normalmente
suele ser un proceso entre uno a dos años para equilibrar tanto los
cascos de las manos como las cervicales y el resto de la columna
vertebral.
El caso no se puede mirar como algo
aislado, sino que es como una puerta de vaivén; ya que si intentamos
arreglar el problema a través de los casco, el desequilibrio no se
soluciona ya que tenemos una columna vertebral torcida, si intentamos
solucionar el desequilibrio solo tratando las cervicales y la columna
vertebral tampoco se soluciona porque tenemos los cascos de las manos
creando unas fuerzas de presión muy marcadas, por lo que tenemos que
tratar el problema desde varios planos y simultáneamente en equipo. El
equipo consta de un veterinario dentista, un veterinario quiropráctico y
un podólogo equino o herrador.
En estos casos y según mi experiencia el
primer año de tratamiento, el podólogo debería ser especialista del pie
descalzo, ya que es la forma de evolucionar mucho más rápido, ese
trabajo conlleva una evolución del pie herrado al pie descalzo donde el
propietario debe seguir las instrucciones del podólogo, que suele ir a
equilibrar el caballo como mínimo una vez al mes durante los primeros
tres meses y según la evolución ir alargando el trabajo podológico.
En paralelo el caballo debe ser tratado
de una a dos veces al año por el veterinario dentista, para estar 100%
seguro que el problema original no viene causado por dolor en la boca.
Así como el trabajo del veterinario
quiropráctico, que debe hacer una sesión al mes para equilibrar y
ajustar la columna vertebral al completo, durante los primeros tres
meses y luego según evolución alargar las sesiones cada tres meses. En
total suelen ser entre 10 a 12 sesiones en dos años.
A partir y en paralelo hay que valorar tanto la silla de montar como el trabajo que realiza el jinete y el caballo.
Se supone que si el equipo de
veterinarios, podólogo y jinete trabaja en armonía se consigue como
mucho en dos años tener un caballo con los cascos de las manos casi
simétricamente perfectos, así mismo al compensar este problema, se están
previniendo muchos problemas y lesiones tanto
articulares como a nivel todo el sistema suspensor de las extremidades
anteriores (tendones, ligamentos, etc) en la vida de dicho caballo."
Fuente:http://caballosdescalzos.com
Saludos de Gabriel.
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