En una mañana soleada, no muy calurosa y con el cielo azul, hemos visto un fenómeno extraño y no habitual, por estos mis campos de entrenamiento.
Empezamos el día de entrenamiento por los barbecho de campeo de mi amiga la Liebre, que parecía que me estaba esperando, para darme los buenos días. La levantamos de su encame, casi por el mismo sitio del día de ayer, corrió lentamente unos cincuenta metros y se paró en un claro del olivar, un medio collado, subida sobre sus patas traseras, mirándome para saludarme durante unos minutos y seguidamente empezó a campear tranquilamente por el olivar.
Pero esto no es el motivo del articulo del día de hoy, pero como ha pasado en medio de lo acaecido, es por lo que lo relato.
El fenómeno extraño de hoy, ha sido la cantidad de perdices que han emprendido el vuelo desde lo alto de los olivos. Empezó con una collera nada más entrar en el olivar, mire al cielo y no había ninguna nube, ni el tiempo parece que va ha cambiar en un periodo corto de tiempo, ya que es tradicional en el campo, cuando las perdices están en los arboles, es que va ha llover. Pues por el numero de colleras que hoy he espantado de los olivos -he llegado a contar hasta ocho parejas- el tiempo tiene que cambiar ó el Refranero Español está en crisis.
Esto de las perdices en los arboles, y la tradición del Refranero Español, es muy antigua en el campo andaluz, y así me lo enseño mi padre, en las muchas correrías que hicimos juntos por estos campos de Andalucia.
Estaremos pendiente si la climatología cambia en unos días ó el fenómeno extraño de las perdices, hay que achacársela a otros motivos que no entendemos cuales pueden ser.
También un mochuelo adormecido, nos salio de un olivo cercano, asustando a mi yegua por la proximidad de la que nos salio la durmiente ave.
Que la crisis no afecte también a nuestras ancestrales tradiciones camperas, que en el campo, donde estamos sin radio y sin malas noticias, solo con el trinar de los pájaros y las incidencias propias de la madre naturaleza.
Saludos de Gabriel.
Empezamos el día de entrenamiento por los barbecho de campeo de mi amiga la Liebre, que parecía que me estaba esperando, para darme los buenos días. La levantamos de su encame, casi por el mismo sitio del día de ayer, corrió lentamente unos cincuenta metros y se paró en un claro del olivar, un medio collado, subida sobre sus patas traseras, mirándome para saludarme durante unos minutos y seguidamente empezó a campear tranquilamente por el olivar.
Pero esto no es el motivo del articulo del día de hoy, pero como ha pasado en medio de lo acaecido, es por lo que lo relato.
El fenómeno extraño de hoy, ha sido la cantidad de perdices que han emprendido el vuelo desde lo alto de los olivos. Empezó con una collera nada más entrar en el olivar, mire al cielo y no había ninguna nube, ni el tiempo parece que va ha cambiar en un periodo corto de tiempo, ya que es tradicional en el campo, cuando las perdices están en los arboles, es que va ha llover. Pues por el numero de colleras que hoy he espantado de los olivos -he llegado a contar hasta ocho parejas- el tiempo tiene que cambiar ó el Refranero Español está en crisis.
Esto de las perdices en los arboles, y la tradición del Refranero Español, es muy antigua en el campo andaluz, y así me lo enseño mi padre, en las muchas correrías que hicimos juntos por estos campos de Andalucia.
Estaremos pendiente si la climatología cambia en unos días ó el fenómeno extraño de las perdices, hay que achacársela a otros motivos que no entendemos cuales pueden ser.
También un mochuelo adormecido, nos salio de un olivo cercano, asustando a mi yegua por la proximidad de la que nos salio la durmiente ave.
Que la crisis no afecte también a nuestras ancestrales tradiciones camperas, que en el campo, donde estamos sin radio y sin malas noticias, solo con el trinar de los pájaros y las incidencias propias de la madre naturaleza.
Saludos de Gabriel.
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