Ultimamente la yegua está cosquillosa, y cuando la cepillo no deja de cambiarse de un lado para otro, con el peligro que ello conlleva de posibles atrapamientos contra la pared o de un pisotón, resultado nada agradable, si te coge un pié.
La manera con la que he conseguido que no se mueva ni un ápice, es una vez amarrada la yegua a la argolla de la pared, se le engancha un ronzal con mosquetón a la misma argolla de la cabezada y este ronzal se coje con una mano, se tira hacia uno, de manera que el cuello se curve y así se le mantiene mientras cepillamos ese lado.
Posteriormente cambiamos de mano y empezamos a cepillar el otro costado. La única incomodidad es que primero tenemos que dar con la rasqueta y luego con el cepillo, ya que solo tenemos una mano libre.
Pero la seguridad de nuestros pies y la comodidad del cepillado, merece la pequeña incomodidad de cepillar con una sola mano.
Espero que este consejo práctico referente al cepillado de los caballos cosquillosos os sea de utilidad y así evitar fracturas en los pies por pisotones.
Saludos de Gabriel.
Posteriormente cambiamos de mano y empezamos a cepillar el otro costado. La única incomodidad es que primero tenemos que dar con la rasqueta y luego con el cepillo, ya que solo tenemos una mano libre.
Pero la seguridad de nuestros pies y la comodidad del cepillado, merece la pequeña incomodidad de cepillar con una sola mano.
Espero que este consejo práctico referente al cepillado de los caballos cosquillosos os sea de utilidad y así evitar fracturas en los pies por pisotones.
Saludos de Gabriel.
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