Esperemos que sea un comienzo de la prensa y revistas nacionales, para con los éxitos de nuestra disciplina.
Esta es la información.
Fuente: Deportes de Marca.
Saludos de gabriel.
BLOG "EL RAID": Foro para el aficionado al Endurance. (Resistencia Ecuestre). Para informar a todos los amantes de la Resistencia Ecuestre, donde podeis expresar vuestras dudas, comentar vuestras experiencias, dar vuestras noticias, metodologia de los entrenamientos y todo lo relacionado con este bello deporte y que tantos aficionados lo practicamos y amamos. Podeis entrar en el Blog con vuestros comentarios.
"Poner un Caballo en FormaLos Puntos Fundamentales para Poner un Caballo en FormaFase I
Las Pautas para Empezar
Los Huesos y el Cartílago del Caballo
Hace 75 años, los atletas humanos se
preparaban para competir de maneras muy distintas a los de hoy. Se
pensaba que un atleta nacía con su talento y que había que conservar
este talento a toda costa. Así que los atletas descansaban mucho, daban
algún que otro paseo o carrera sin cansarse demasiado, pero eso era
todo. Incluso, estaba mal visto entrenar mucho, porque se pensaba que el
atleta “natural” merecía ganar.
Nos hemos equivocado
incluso en lo que pensábamos que eran nuestras capacidades físicas. Se
llego a declarar a través de supuestos estudios científicos que el ser
humano no podía correr la milla por debajo de 4 minutos. Se decía que su
corazón estallaría con el esfuerzo.
Cuando Roger
Barrister cambió radicalmente los métodos de entrenamiento y rompió la
barrera de la milla, de repente docenas de atletas también pudieron
cambiar su preparación y correrla en menos de 4 minutos. Desde este
momento, se empezó a replantear con nuevos estudios todos los
procedimientos de cómo entrenar un atleta humano y luego estos estudios
se empezaron a aplicar a atletas equinos.
El éxito y la
competitividad de cada binomio es debido a un conjunto inexplicable,
intangible y casi mágico del corazón, talento, constancia, humildad, y
capacidad para aprender del caballo y jinete. No todos montamos a nivel
Olímpico y no podemos exigir que todos los caballos sean competitivos a
altos niveles. Hay que valorar las capacidades del animal y su jinete.
La naturaleza del
caballo y su fisiología no se prestan con facilidad a la monta de
personas o a los requisitos de nuestras disciplinas. Un mustang salvaje
no salta 1’35 cada fin de semana, ni hace piaffer durante 10 minutos.
No corre 2.400m. seguidos ni anda 160 km. Así que, si queremos que
nuestros caballos sean capaces físicamente de competir, tenemos que
prestar atención a como y hasta que nivel ponerlos en forma.
Hay un sinfín de
filosofías de cómo y cuanto se deben trabajar los caballos. Hay jinetes y
preparadores que, por falta de tiempo o para reducir el riesgo de
lesión, dejan el caballo en su box todo el tiempo menos su horita de
trabajo. También hay otro tipo de jinetes y preparadores que creen que
el caballo tiene que estar fuera de su box lo máximo posible. Su
justificación es el ejemplo del atleta de hoy en día que puede pasar 6 a
8 horas entrenando. Los trabajos consistentes en largos paseos,
cuestas, el trabajo normal que toca ese día y además el tiempo que pasan
en el prado hacen que el caballo solo pise el box para comer y dormir.
La filosofía de
trabajo muchas veces tiene que ver con los riesgos inherentes al tipo de
caballo que tenemos y su valor. Es comprensible que el entrenador no
quiera arriesgar un potro puesto para carreras por soltarlo un rato en
el prado. ¿Cuántas veces hemos visto a un caballo hacerse daño de verdad
pegando botes y corriendo cuando está suelto? ¿O el caballo de doma o
salto que está valorado en millones de pesetas además del tiempo y
sacrificio que cuestan hacerle llegar a las competiciones importantes?
¿Merece la pena arriesgarlo con más tiempo fuera del box y más trabajo?
El Chasis, El Motor, y La Gasolina.
Se ha probado sin
lugar a duda que no todo el cuerpo del caballo se pone en forma a la
vez. Los huesos y cartílagos se desarrollan mucho más lentos que los
músculos y el sistema respiratorio y cardiovascular. Por eso se dividen
los trabajos para poner un caballo en forma en varias fases. Obviamente,
se ajusta cada fase del trabajo para cada individuo a su edad,
disciplina y nivel de competición. Pero las pautas son similares entre
todos. La idea es construir un atleta que tenga todas las partes de su
cuerpo, desde su esqueleto, sus músculos y ligamentos hasta su sistema
respiratorio, preparado correctamente para competir y con un mínimo
riesgo de lesiones.
El primer paso para
poner un caballo en forma es intentar aumentar su densidad y masa ósea y
la calidad del cartílago. En esta fase también se aumenta de manera
secundaria el riego sanguíneo a los tendones y su masa muscular. Cuando
el caballo viene del prado, tiene que trabajar en una superficie dura.
El trabajo para aumentar la densidad del hueso es una labor que tarda
toda la carrera deportiva del animal.
Hay diferencias de
opinión y discusiones acerca de cual es el mejor método para llevar a
cabo este “trabajo de base”. Hay los que prefieren el caminador, otros
juran que pasear en nuestro campo en España con sus duros caminos sin
asfaltar es lo mejor y hay un grupo que prefiere pasearlos en carreteras
asfaltadas. Luego viene la discusión de cuanto tiempo es el óptimo.
Tenemos el grupo de la escuela inglesa que pasea todos los días entre 30
minutos y 1 hora durante 1 mes antes de hacer cualquier otra cosa con
el caballo. Luego hay los que pasean en duro todos los días pero también
hacen algo de doma o cuestas durante el primer mes.
La verdad es que
hasta hoy nadie ha publicado un estudio completo de como mejorar
exactamente la densidad y masa ósea de la manera más eficaz en el
caballo de competición, aunque hay bastantes estudios publicados sobre
potros y caballos de carreras. La razón de esta falta de estudios es
porque para ver si hemos logrado aumentar notablemente la densidad de
hueso de una manera científica, hay que sacrificar al caballo, para
analizar sus huesos, nada mas terminar esta parte de la preparación.
¡Procedimiento que la mayoría de nosotros no queremos hacer con nuestras
mascotas!
Los estudios que se han hecho escogieron caballos de carreras y llegaron a las siguientes conclusiones:
1. No
se entiende perfectamente como aumenta la densidad del hueso, pero esta
probado que el esqueleto del caballo se adapta al estrés del trabajo y
puede formar tejido nuevo. También la falta de estrés puede resultar en
una perdida de en el tejido óseo, que por ejemplo es lo que les sucede a
los astronautas durante sus viajes, pues su estrés físico es cero.
2. El
hueso del caballo se adapta al trabajo que hace. Si quiere aumentar la
densidad ósea para que el caballo pueda galopar sin arriesgar una lesión
ósea, hay que galoparle en duro de una manera controlada durante
distancias muy cortas que luego se alargan según aumenta la forma física
del animal. Pero los resultados de estudios muchas veces no son
aplicables a la realidad. No tenemos las instalaciones ni ninguna manera
de hacer un seguimiento científico para llevar a cabo un trabajo
controlado y progresivo de galopes en duro. Así que no lo podemos hacer
sin arriesgar el caballo. La clave es aumentar el estrés que soporta el
esqueleto del caballo de una manera progresiva con el mínimo riesgo.
3. El
estrés de galopar o trabajar excesivamente en duro puede perjudicar a
la larga las articulaciones, así que si el caballo tiene artritis o es
mayor, hay que plantear el trabajo de otra manera.
4. No
se puede hacer este tipo de ejercicio si el caballo no esta sano. Si
tiene un sobrehueso activo, sobremano u otra debilidad ósea hay que ir
todavía mas lento y consultar con el veterinario paso a paso.
5. Al
principio cuando se pide que el hueso aumente su densidad para hacer un
trabajo especifico, el cambio de trabajo provoca una cierta cantidad de
desmineralización. Por este razón, es imprescindible dar a este proceso
suficiente tiempo y proporcionar al caballo una dieta correcta con las
proporciones adecuadas de calcio, minerales y fósforo.
6. Se puede destruir la densidad ósea si se compite en terreno inadecuado.
7. Después
de 2 meses de trabajo adecuado en duro, se detectan señales específicas
de mejora en la madurez de los huesos y el cartílago. El trabajo mínimo
necesario para notar cambios es de 30 días aproximadamente.
8. El
trabajo para aumentar masa y densidad ósea es una labor de años. Un
caballo joven necesitará mas tiempo para ponerse que un caballo que
lleva trabajando años.
9. Después
de una lesión que obligue al caballo a quedarse durante un tiempo largo
en “descanso de box”, la masa y densidad ósea sufren tremendamente. Es
necesario empezar su trabajo de base desde cero y con aumentos graduales
de trabajo para asegurar que no tenga una lesión secundaria.
10. Algunos
casos de epifitis u OCD agudo en potros pueden terminar con problemas
de densidad de hueso a largo plazo, pero en muchos casos, un trabajo
adecuado en combinación con una dieta correcta puede mejorar la
conformación del animal y su capacidad de aguantar el estrés del
trabajo.
“El Olfato del Preparador y El Culo del Jinete”
Hay que recordar la
enorme importancia que tiene el manejo de cuadras y el “culo del
jinete”. Cuando nos proponemos aumentar el nivel de forma física del
caballo y se empieza a trabajar en serio para metas específicas, hay que
“pillar” cualquier problema antes de que se convierta en algo grave.
Trabajar con el
veterinario mas estrechamente, alguna que otra prueba de sangre,
chequear los tendones todas las mañanas, observar si el caballo marca
algún dolor o sensibilidad dentro de la cuadra o cuando se le pone la
montura y saber si el caballo come y bebe adecuadamente, han de ser el
orden del día. Si el caballo tiene algo de fiebre, parece cansado, no
come bien o está ligeramente deshidratado, son los primeros síntomas de
que pasa algo.
La planificación del
trabajo no está escrita en piedra. Cuando se sube el jinete y hace el
primer trote del día, se tiene que fijar si el caballo está utilizando
su cuerpo de manera equilibrada y sin dolor. Si toca trabajar fuerte
pero el caballo no está bien, es mejor ralentizar el trabajo o incluso
darle un día libre en el prado. Es responsabilidad del jinete y del mozo
en conjunto saber cuando el caballo puede aguantar trabajo fuerte y
cuando hay que suavizar el programa.
La Ley de Wolff
Hace años, un
científico puso un hueso de un caballo (muerto) en una maquina que lo
golpeaba con aproximadamente el mismo peso y fuerza de un galope de
carreras. Después de 55.000 “trancos”, el hueso se rompió. O sea,
durante el experimento el hueso fue acumulando tantas fisuras que
termino rompiéndose. Este tipo de fatiga estructural es la misma que
degenera a las alas de aviones y las vigas de los puentes de las
carreteras. Se llama fatiga de material, y es acumulativa, es decir no
se produce la rotura por sobrepasar la fuerza límite de estructura (Con
esta fuerza bastaría un solo golpe) sino por acumulación de muchas
fuerzas mucho más pequeñas aplicadas muchas veces.
Luego salió otro
estudio que probó que la estructura ósea necesaria para carreras sólo se
hace con la velocidad y que se nota una mejora en estructura con solo
unos pocos trancos de trabajo por semana.
De estos dos estudios
salió la filosofía que dice: 1º Si mi caballo solo puede correr 55.000
trancos y 2º Si su hueso solo se desarrolla correctamente con la
velocidad, hay que galopar poca distancia con velocidad.
Más adelante, los
entrenadores empezaron a discutir la validez de los estudios. 55,000
trancos es solo 275 millas o 440.000 metros. Esto representa unas 15
semanas de trabajo para un caballo que hace unas 3 millas diarias. Algo
no cuadra.
De esto salió La Ley
de Wolff. “Un hueso muerto no puede cambiar ante el estrés de trabajo.
Un hueso vivo puede aumentar su densidad y masa ante el estrés de un
trabajo progresivo y gradual”. Es decir regenerarse e incluso mejorar.
Al final la teoría ha dado la vuelta.
Ahora los científicos nos dicen que el hueso, los tendones y ligamentos,
y las fibras de colágeno aumentan y ganan fuerza con trabajos largos,
graduales y progresivos para dar suficiente tiempo para que el hueso
pueda aumentar su tejido.
O sea, si trabajamos nuestros caballos
correctamente, podemos mejorar su físico para poder optimizar su
rendimiento competitivo. La decisión es nuestra - ¿Vamos a tratar
nuestros caballos como los atletas humanos de hace 75 años y rezar para
que ganen por su talento natural?, O ¿Vamos a intentar utilizar la
información y estudios que existen para maximizar su competitividad?
Artículo publicado en Revista Ecuestre Diciembre 2001
Escrito por Coby Bolger, Spillers España."Saludos de Gabriel. |