Esta mañana, cuando he vuelto por uno de los recorridos de entrenamiento después de las primeras lluvias otoñales, me he encontrado con nuevos agujeros en el camino, agujeros peligrosisimos para la seguridad de la yegua.
Estos nuevos agujeros se hacen por las abundantes lluvias con la que nos ha regalado este primerizo otoño y al entrar por las grietas que tenia el terreno reseco se agrandan y donde pueden meter manos ó pies cualquier caballo que pase por esa zona.
También se agrandan los agujeros de las ratas que los tenían abandonados, pero que tienen el mismo peligro que los otros agujeros. El mismo problema con las conejeras, aunque estas casi siempre se encuentran en zonas inclinadas ó terraplenes, por donde no solemos pasar, pero con todo hay que tener los ojos muy atentos a los caminos.
Este problema de los agujeros, se soluciona estando muy atento a los caminos por donde caminamos y entrenamos, y como siempre aconsejo, caminar por las rodadas de los tractores, que por esas rodadas no suelen hacer sus agujeros ni ratas ni conejos, aunque si pueden haber agujeros de las grietas por sequedad agrandada por las lluvias, así que muy atento al camino, sobre todo al empezar de las lluvias que nos pueden cambiar el paisaje de los agujeros que ya teníamos localizados.
Para los Jóvenes Jinetes, que estas experiencias les sirvan para proteger a sus monturas y de paso prevenir indeseadas caídas que siempre pueden acarrear lesiones.
Saludos de Gabriel.
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