Este segundo articulo de Coby Bolger, de poner un Caballo en Forma, nos lleva a los terrenos del desarrollo de la masa muscular y otras informaciones de como trabajar al caballo en los entrenamientos, así como planificar las competiciones. Un buen articulo para los jinetes de Raid.
Este es el articulo de Coby:
Poner un Caballo en FormaLos Puntos Fundamentales para Poner un Caballo en FormaFase II
Masa Muscular para La Disciplina
El camino del éxito
competitivo en el mundo hípico es largo y complicado. No solo consiste
en como montamos o como afrontamos la tensión nerviosa a la hora de
competir. Hay que saber como comprar caballos de calidad y mantener una
infraestructura que permita acudir a las competiciones en las mejores
circunstancias. Si fallamos en uno solo de estos puntos, podemos
comprometer seriamente nuestros resultados.
Una parte también
importante y a veces infravalorada es como proporcionamos al caballo los
medios necesarios para que físicamente pueda afrontar los retos de
nuestro deporte. Si el caballo goza de buena salud y bienestar, "está
que se sale”, puede ser más difícil la monta, pero seguro que va a
atacar su trabajo con otro aire. Sí la temporada de competición es
larga, si la distancia o velocidad es un reto, o si tenemos que buscar
resultados en una fecha específica, más vale utilizar todas las
herramientas a nuestro alcance para lograr el máximo rendimiento.
La segunda fase del
entrenamiento consiste en desarrollar el sistema muscular del caballo.
Se supone que después de la primera fase de paseos en duro y cuestas
cortas, el caballo ha empezado a desarrollar su masa ósea y está
mejorando la calidad de su cartílago, y también esta empezando a
reforzar su dorso y las babillas. Ahora el caballo tiene una forma
física que ha sido desarrollada por el de trabajo base que hicimos
anteriormente y es precisamente la necesaria para podernos fiar de su
cuerpo y aumentar el trabajo para ajustarlo a nuestra disciplina.
Aunque no se deje de
hacer el trabajo de densidad de hueso, se puede reducir este ejercicio
para aumentar las horas de trabajo de pista, los laboratorios de salto o
para introducir galopes, dependiendo de la disciplina que practiquemos.
Como todo con el
caballo, la clave es cambiar el trabajo gradualmente. Si el caballo está
paseando en duro 1 hora y media seis días por semana, cuando se empieza
la segunda fase, se puede seguir este mismo trabajo 3 días por semana y
intercalar días con trabajo más fuerte pero de poco tiempo (quizá media
hora a 45 minutos) con un calentamiento de media hora de duro o
cuestas. Al final de la fase, el caballo puede estar trabajando en pista
varios días por semana y puede trabajar en campo solo los días
“flojos”.
El trabajo en cuestas
es importante porque estresa el sistema muscular y cardiovascular sin
tener que hacer las distancias o velocidades que pueden causar lesiones.
Lo más fácil es tener cuestas de distintos tamaños e ir aumentando el
número y tipo de cuestas según el aguante del caballo al trabajo. Se
puede hacer las cuestas al paso, al trote y también algunas a galope. Se
debe observar al caballo para ver si está preparado para aumentar el
trabajo, fijándonos en como mete los pies, si estira la cabeza
adecuadamente o si trabaja con equilibrio y con la respiración adecuada.
Si se le nota cansado, se reduce el trabajo y se repite varios días
seguidos o incluso se puede intercalar un día fácil entre los días de
más trabajo.
Si trabajamos siempre
en la misma cuadra, terminaremos teniendo referencias de los trabajos
bases y como coge forma cada caballo que viene. Tendremos la cuesta para
los principiantes para los potros, la cuesta para trotes y galopes, la
cuesta mediana y la cuesta avanzada. Tendremos medidos los paseos en
duro para asegurar que no estamos acortando los trabajos. También
mantendremos un diario para saber el trabajo que ha hecho el caballo,
cuando le tocan los herrajes, vacunas, desparasitación, dentista y
pruebas de sangre. Esto sirve como referencia entre un año y otro y
facilita que un mozo o amigo pueda ayudar con los trabajos en campo.
La ciencia detrás de la idea
Células musculares – Aumentar o Dividir
Hay tres tipos de
células musculares. Hay dos tipos de células para trabajo de corta
duración a velocidad y un tipo para el trabajo lento pero de duración
más larga.
Las células
musculares pueden ser ajustadas con el trabajo que realiza el caballo.
Aunque no se puede cambiar la proporción de cada tipo de células
musculares, ( ”un velocista nace, no se hace” ), se puede entrenar para
alargar la distancia que aguanta el animal y se puede mejorar la
velocidad de un animal que aguanta una distancia larga.
Para la velocidad
punta con distancias cortas, en una célula muscular, no hay un factor
variable, o contrae o no contrae. Con un entrenamiento correcto y
especifico, la célula puede aumentar en su tamaño y una célula de mayor
tamaño tiene mayor fuerza. Hay estudios que nos demuestran que el
trabajo intenso con distancias medidas desarrolla músculos rápidos de
mayor tamaño. Si se compara este tipo de trabajo al del atleta humano,
es equivalente a los ejercicios con velocidad en cuestas cortas o correr
subiendo escaleras o trabajo con pesas.
Ahora bien, el
trabajo para aumentar la capacidad de distancia ( “Fondo” ) hace que las
células musculares se dividan y se aumenten en número. El trabajo para
distancia es lento y largo sin cambios en la velocidad ni en la
intensidad. Se empieza con una distancia que aguante el caballo con
facilidad y se va aumentando poco a poco, siempre mirando su
recuperación y capacidad de trabajo. La idea es aumentar la distancia
hasta que aguante algo más que lo que exige la competición. Ahora bien,
hay algunas disciplinas que requieran que el caballo utilice la
competición para subir su nivel de forma física. En RAID o en Concurso
Completo, la planificación de la temporada de competiciones se convierte
en imprescindible para llegar a las distancias requeridas en los
concursos internacionales.
Así que la filosofía
es clara, si quiere velocidad, hay que hacer que las células aumenten de
tamaño con trabajo intenso y corto. Si quiere distancia y aguante, hay
que hacer que se dividan para aumentar su número con trabajos largos y
lentos. Esta es la razón de la diferencia de aspecto entre los caballos
de carreras y caballos de salto o doma. Estamos trabajando para fines
distintos y desarrollamos los músculos de maneras distintas.
Doma y Salto
Las disciplinas de
doma y salto requieren un nivel de masa muscular tremenda con un
esqueleto de hueso y cartílago fuerte. Esto quiere decir que no se deben
buscar atajos en la primera fase y se tiene que seguir con este trabajo
mientras que aumentamos el desarrollo muscular en la pista.
Para estas
disciplinas los sistemas cardiovascular y respiratorio son importantes,
pero no son claves como pueden ser para las carreras, el completo o el
RAID. Por esto, la segunda fase de entrenamiento es la más importante
para estas disciplinas ( Doma y Salto ) y es lo que más hacen. Este es
el momento de concentrarnos en los trabajos específicos de la disciplina
y asegurar que el caballo tenga los conocimientos necesarios para
afrontar su nivel de concurso.
Esta etapa se hace
antes de empezar a competir en niveles importantes. Las carreras y
concursos se deben hacer a nivel social o regional donde nos podemos
concentrar en como está actuando el caballo. No es el momento de ir
siempre “a ganar”. Hay que guardar el ego y dejar a los niños que se
lleven la escarapela. Ahora tiene la oportunidad para obligar al caballo
de doma a trabajar las esquinas de una manera equilibrada. Es el
momento en que se puede aprovechar y decidir cual es el calentamiento
optimo para el caballo. Se puede forzar las llegadas al caballo de salto
para que se estire el cuello y bascule bien. Para el caballo de
completo es el momento de hacer un par de recorridos sin tener los ojos
“inyectados de sangre”, para que sea más controlable en los concursos
importantes y asegurar la rectitud de línea y que baten en el sitio
adecuado.
Al final de esta
etapa de trabajo, el caballo debe estar cogiendo una forma física
importante donde se ve un aumento en la masa muscular y un brillo en el
pelo que refleja su salud y bienestar. El caballo tiene que demostrar
ganas de atacar el trabajo y estar en general, de buen humor. Ahora
abrimos la puerta a la temporada de competición y la ultima fase, afinar
el sistema cardiovascular y respiratorio.
Exigir un buen suelo
La
superficie demasiado dura o demasiado profunda puede perjudicar al
caballo y causar lesiones de todo tipo. En general, una pista algo dura
es mejor que una pista demasiado blanda. Si el caballo pisa en una
superficie de mas de 12-15 centímetros de profundidad tiene la tendencia
de estresar la babilla, el dorso, el suspensor y otros tendones.
Una
pista dura puede hacer daño el ligamento “check” y a los menudillos. Se
nota en los caballos de salto porque se hacen daño cuando aterrizan y
suben cada vez menos en los recorridos. Una señal clara de que la pista
es demasiado dura es si la línea blanca del casco se pone rosa.
La
importancia de la planificación de la temporada a principio de
temporada, hay que sentarse y planificar las metas del año y decidir
donde y en que nivel queremos competir. Primero se eligen los concursos
más importantes, para decirlo de alguna manera, donde queremos “ir a
ganar”. Desde estas fechas, se hace una cuenta hacia atrás para decidir
cuando hay que empezar el “trabajo base” para empezar a desarrollar el
esqueleto del caballo. Luego se programa el tiempo para aumentar la masa
muscular y lo último del todo, se trabaja el sistema respiratorio.
También
hay que programar las fechas de las competiciones de tal manera que el
caballo esté en forma para el concurso importante con algunos concursos
menos importantes antes para hacer “practica y puntería”, pero sin
pasarse, para poder tener el caballo fresco y con ganas de correr en el
concurso clave. También hay que dejar algo de margen por si el caballo
tuviese alguna lesión o problema de salud leve donde pudiese perder
algún día de trabajo.
La Fatiga – Enemigo Numero 1
Si se decide poner un
caballo en forma, hay que aumentar el trabajo. El aumento de trabajo
arriesga al caballo a lesiones causadas por no parar a tiempo o por no
percibir cuando el caballo no está preparado para el aumento de trabajo.
Si no se aumenta el trabajo gradualmente y a tiempo, el caballo
empezará a dejar su comida o no beber bien. Se le notará “bajo”, su pelo
no va a brillar, no tendrá ganas de trabajar y estará de mal humor. Más
importante, la fatiga puede hacer que el caballo pise mal y aumenta el
riesgo de lesión radicalmente, el caballo tendrá agujetas por el aumento
de ácidos lácticos y un sinfín de otras complicaciones. Si quiere poner
su caballo en forma, hay que asegurarse de no pasarnos y que la fatiga
no se convierta en un problema.
Coby Bolger – Spillers España/Horse 1"
Saludos de Gabriel.
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