Mucha Atención en los Entrenamientos de la Resistencia Ecuestre.

Las manos de Ventolera junto a una conejera para la foto.

Esta mañana durante el entrenamiento, hemos tenido un pequeño susto, ya que hemos tenido que cambiar las zonas, por mor de los arados que nos han destrozado muchas de las zonas habituales de paso y al cambiar de recorrido, nos hemos encontrado con nuevas cuevas de conejos, y a punto hemos estado de caer dentro de una de ellas.

Mano de Ventolera junto a una conejera en el barbecho.

Las cañadas y vías pecuarias son invadidas por los agricultores, de manera que si le pasan un hierro de medio metro, quien es el guapo que se atreve a trotar o galopar por una zona tan peligrosa.

Escombros, gomas viejas, maderas, obstaculizando la entrada en la cañada.

Las veredas, cañadas reales, cordeles, coladas y caminos de herraduras tienen sus medidas, bien en varas ó en metros, pero tienen sus medidas, que deberían ser respetadas por los agricultores y constructores.

Una cañada invadida por el arado del agricultor.

Ya otro día haremos un articulo sobre todas estas zonas de paso de ganado, paso y descanso, que no solo era el caminar por estas cañadas o cordeles, también había sitio para el descanso de los animales de transhumancia.
Volviendo al articulo del día de hoy, quiero hacerle una reflexión a los Jóvenes Jinetes que cambien de recorridos como hoy me ha pasado a mi.

La mano de Ventolera casi dentro de la conejera.

Hay que llevar los cinco sentidos atentos durante el entrenamiento, la vista puesta en el suelo y en el horizonte, ya que tan pronto aparece una conejera, como un olivo más bajo de lo normal, y todos los obstáculos hay que pasarlos sin sufrir ningún percance, tanto por nuestra integridad física como la de nuestra montura, ya que si nuestro caballo mete una de sus patas en uno de estos agujeros, no solo nos podemos ir al suelo, sino que la extremidad de nuestro caballo puede sufrir una grave fractura, que para cualquier animal en grave, para un caballo de Raid es el fin de su carrera como participante en pruebas de Resistencia Ecuestre.
Que los días de entrenamiento sean de disfrute y no de sustos, que ya bastantes nos llevamos en las carreteras con los caballos de vapor.
Saludos de Gabriel.