lunes, 4 de julio de 2011

Las vacaciones de mi yegua Ventolera Barefoot.

Esta mañana, bien temprano, hemos ido a la cuadra para recoger a Ventolera para llevarla a la Sierra de Córdoba para sus vacaciones veraniegas.
Los animales tienen un don especial para barruntar los acontecimientos, nada más llegar a las cuadras, entraba galopando al box y volvía a salir al corral con un galope alegre y como diciendo que algo anormal estaba por acontecer.
Seria el ruido del motor del coche de José María, mi compadre, que ha venido desde la Isla de San Fernando para llevar a Ventolera a su destino veraniego, ó la voz de desconocidos, la cosa es que intuia algo distinto a la rutina diaria.
Una vez cepillada y vendada la cola, con su venda protectora, iniciamos los preámbulos del embarque.
Quería hacerle un vídeo del embarque, para mostrar las facilidades con las que mi yegua hace esa subida hacia el Van, pero nada más divisar su medio de transporte, inició veloz trote y en un suspiro ya estaba embarcada, no había tenido ni tiempo de preparar la grabación.
Es un placer verla subir con esa alegría que lo hace, lo que demuestra que los viajes los hace seguros, sin frenazos bruscos, cogiendo las curvas con mucha prudencia, para que no se desestabilice y en fin una conducción lo menos agresiva y forzada posible.
Durante todo el trayecto no se sintió su presencia dentro del van y a la llegada desembarco perfectamente paso a tras, hasta completar su traslado.

El sitio que le hemos escojido, mirando por sus cascos, ha sido fantástico, zona de monte con piso duro, cantos rodados y zonas de agua, así como abundante arboleda que la proteja del sol veraniego.
Le acompañan en su descanso veraniego un caballo castrado y una yegua, con los que esperamos que hagan buenas migas.
Los caballos que acompañan a Ventolera son los dos caballos de Manuel Vazquez, compañero de afición al mundo de la Resistencia Ecuestre y que en su magnifica finca El Carrascal va ha pasar unos días de descanso veraniego.
Lolo nos ha enseñado las dependencias de su cortijada, magníficamente restaurada y acondicionada según las tradiciones camperas.
Poseen una Ermita, la de la Santa Cruz, que decorada con detalles propios de la zona donde se ubica, magníficos centros de algodón en rama que decoran las paredes, unas imágenes y cuadros litúrgicos con la cruz como referencia.

Las demás dependencias también restauradas y decoradas con sumo gusto, donde se unen tres aficiones camperas, como son los caballos, los galgos y los toros.
El salón de los toros, posee recuerdos del inigualable matador de toros, Pepe Luis Vazquez, padre de nuestro anfitrión, así como una colección de fotos de galgos campeones, otra de las aficiones de la familia.
Trofeos ganados en competiciones de salto, por los hijos de Lolo e infinidad de carteles y detalles.
Saludos de Gabriel.

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