viernes, 3 de junio de 2011

En 24 horas todo cambia.

Ayer, lo que era un mar de olas amarillas mecidas por el viento, hoy el trigal ya es un rastrojo, las cosechadoras han dado cuenta, ó están dando finalización a la cosecha de los trigales que ya maduros y que son embarcado en remolques para su traslado a los silos de almacenamiento.
Que diferencia hay entre las cosechadoras actuales y las cuadrillas de segadores, ya que estas en unos días dan por finalizada la siega de los trigales.
Las cuadrillas de segadores trabajaban de sol a sol, con los descansos de la comida y del bocadillo, donde aprovechaban para echar un cigarrito y continuar con la ardua labor de la siega, que les duraba varias semanas.
Hoy el calor se notaba en el ambiente y al pasar por un acebuche, cogí una acebuchina y me la metí en la boca para aplacar la sed.
Para los que no leyeron el articulo de la boca húmeda, les recuerdo el truco de mantener la boca y garganta en una condiciones agradables. Consiste en poner en la boca, bien una acebuchina (es la mejor opción, ya que es pequeña, más dura que la aceituna y más agradable que una chinita) una pequeña aceituna, una pequeña chinita ó un pequeño hueso, este cuerpo extraño dentro de la boca produce una salivación continua que hace que la sed disminuya y se mantenga la boca húmeda.
Saludos de Gabriel.

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