martes, 9 de febrero de 2010

Respetemos los sembrados.


Esta mañana en mi salida al campo, he visto como unas pisadas de caballo se adentraba en un sembrado, recorriéndolo paralelo al camino.
Respetemos los caballistas los terrenos sembrados, que no nos tengan que llamar la atención por una negligencia, que aunque causa pocas perdidas a la sementera, si es desagradable la posible llamada de atención del dueño de la finca.
Mi padre nos enseñó que había que ir por los caminos, al paso y sin meternos en tierras ajenas. 
Es más, una vez caminabamos bien temprano hacia la finca y al llegar al cortijo, había una explanada limpia de monte bajo, donde nos gustaba galopar un poco, pero ese día estaba todo helado y nos dijo mi padre !que todos por el camino!, que si pisábamos la hierba helada, se romperia y se secaría. Hasta ese punto cuidaban nuestros mayores el entorno, el cual era comida para el ganado.
Saludos de Gabriel.

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