Ayer recibí un correo de mi amigo Elias, que como sabe de mi afición por los caballos, me ha mandado una gravación del programa de Carlos Herrera, sobre dos "caballistas" pasados de copas, que si lo escucháis, podéis pasar un rato agradable.
Pero a esta gravación y a sus consecuencias, hay que sacarrle alguna que otra enseñanza positiva, ya que cuando un caballista va pasado de copas, se comporta de manera distinta a su habitual hacer con los caballos.
En mis muchos años disfrutando del caballo, he tenido muchas anécdotas en este sentido, unas personales y otras vistas en ferias y romerías.
Quiero recordar una caminata que tuve que realizar por un camino de herradura en plena sierra, ya que mediado el camino hacia la ermita, me baje del caballo para vaciar la vejiga, como ya caminaba con las alegrías de las copas, no controlé la norma de no soltar las riendas del caballo, así que emprendió rauda carrera hacia la querencia de la finca, en cuya puerta se paro esperando que lo recogieran. Este acto, en circunstancias normales, no ocurriría, y menos en una competición. Lo que quiere decir que las copas, no son aconsejables, para una buena actuación montado a caballo. En esta anécdota, solo hubo una caminata a pie por la sierra, aunque me la alivio mi hermano Manolo, que se percato de mi actuación y me siguió con su caballo, subiendome a la grupa, recorrimos Sierra Vicaria por el camino antiguo hasta llegar a la ermita.
En una Feria, observe como un "caballista", caminaba paso a tras, metros y metros con el caballo con la cabeza pegada al pecho, seguro que este "jinete", en su estado normal, no hubiera realizado esta caminata con la brújula alterada. Lo que demuestra que el alcohol, no es bueno para manejar los caballos.
Y por que no citar los cortes que se le daban a los caballos con las espuelas, en aquellos tiempos donde la tradición era cortar al caballo bien arriba, y no me explico que ventajas tenían esos cortes, pero la verdad es que se creían que eran mejores "caballistas", y todo se relacionaba con copas y más copas.
De todo ello, tenemos que sacar las conclusiones, no es bueno la liga del alcohol y los caballos, ya que el que está cargado de alcohol, se cree que le va ha sacar los pasos que de fresco no le saca ó creerse que es un Ángel Peralta de la hípica.
Que disfrutéis con las dos anécdotas del audio y recordar que no es bueno beber alcohol montado a caballo.
Saludos de Gabriel.